Escultura de Los Remedios
La primera imagen de la Virgen que se puso en la Iglesia de Yaiza, empezada a construir en 1699, fue la del cuadro de la Virgen de Los Remedios, como titular de la misma. Y allí permaneció hasta el año 1739, al ser sustituida la imagen por la escultura, que hoy preside en su altar mayor, regalada por Domingo de León Cabrera, según documentó Agustín de la Hoz, en un escrito que dice conservarse en el archivo de la Parroquia de Yaiza, a saber:
En cuanto a la actual imagen de los Remedios, se dice en el manuscrito que fue de Don Domingo de León Cabrera, mayordomo de la Iglesia, quién la compró con los dineros que le enviaron su mujer; mediante la venta de caballo, para rescatarse de los Argelinos que le tenían cautivo hacía 10 años. Fueron los padres de la Merced los redentores de Domingo de León Cabrera sin cobro alguno al interesado, y por ello con los cuarenta duros de la venta del caballo hizo compra de la actual imagen que está en el altar mayor (De la Ho’V Ag!IJ!in: «unzarote».pág.2 15).
Ahora bien, si este documento del archivo de la Iglesia de Yaiza nos dice que Domingo de León Cabrera estuvo diez años cautivo en Argel y al llegar a su tierra regaló la escultura de Ntra. Sra. de los Remedios y por otra parte sabemos que él fue cautivado «en abril de 1729», resulta que fue en 1739 el año en que regaló la imagen que sustituyó al cuadro de los Remedios.
La prueba de que Domingo de León Cabrera fue cautivado en abril de 1729 lo tenemos en el informe que don Andrés Curbelo envía al Obispo Bernuy acerca de la petición de capilla que le había hecho Domingo de León Cabrera:
» … Y me parece muy conforme a mi obligación participar a V.s. Iltma. cómo el dicho Domingo de León Cabrera lo cautivaron los moros el mes próximo pasado (abril) 1729 pero me ha dicho su mujer que quiere hacer la capilla. (Mayo 13 año 1729. Andrés Curbelo. Archivo Diocesano)
Con estos dos documentos sabemos que la escultura de la Virgen de los Remedios se colocó en su Iglesia hacia el año 1739, pasando a la sacristía el histórico cuadro de los Remedios.
Milagro a la Virgen De Los Remedios:
De todos es conocido el milagro hecho por la Virgen de los Dolores en Mancha Blanca el año 1735, haciendo que el Volcán de los Quemados no siguiese para el poblado de Tinajo. El cuadro que había sido adquirido por el pueblo, aparece inventariado por primera vez como nuevo en 1738.
Más otro cuadro nuevo de los Dolores de dos varas y media de alto que llevó al volcán.
Pero si todos conocen el milagro de la Virgen de Mancha Blanca, nadie nos habla del que hizo la Virgen en Yaiza, con el título de los Remedios, el 12 de mayo de 1731, apagando al volcán de tres bocas de fu ego que había reventado cerca de Yaiza el día 9 de aquel mes. Para que el lector no pierda detalle de es te tan portentoso milagro transcribo la carta que uno de los testigos oculares de los hechos, don Ambrosio Cayetano de Ayala, escribió después: Ilustrísimo Sr: En cumplimiento de mi obligación doy cuenta a V.s. cómo habiéndome avisado el Teniente Cura Ayuda de Parroquia de Yaiza el día 9 de mayo próximo pasado que el fuego del volcán corría con mucha velocidad por aquellos distritos y que nuevamente había reventado otro de tres bocas más cercano al lugar; las cuales largaban mucho fuego y que por temor que tenía estaba en ánimo de pasar a su Majestad Sacramento a la ermita del Sr. San Marcial, le respondí luego previniéndole cuanto me pareció conveniente 31 para el mayor resguardo y consuelo de aquellos pobres feligreses, y, no obstante esto, al día siguiente me puse en camino y pasé a dicho lugar, y, habiendo visto y reconocido el fuego, el cual corría en río por la Vega y Casas de Villa Flor; que están en las orillas del lugar; no cesando la tierra de palpitar; procuré exhortar y consolar a aquellos pobres vecinos, que se hallaban bien afligidos con la cercanía del fuego y con el desconsuelo de que se sacaba de allí a su Majestad Sacramentado, asegurándoles no me apartaría de allí, hasta el preciso lance de quererme cercar el fuego, y a prevención dispuse el día 12 que el Teniente Cura pusiese la hostia consagrada que estaba en la custodia en el vaso purificándola, y previne cabalgaduras para sacar todas las alhajas de la Iglesia y ponerlas en San Marcial, dejando solo allí a su Majestad Sacramentado, el cuadro de la Virgen, un ornamento para decir misa y la pila bautismal.
Y, habiendo dicho misa el Teniente Cura, y ejecutado lo que llevo expresado, de repente se apagaron los volcanes y enfrió el fuego que corría, que verdaderamente lo atribuyó a milagro de la Sta. Virgen de los Remedios, y todos lo creemos así, porque corría, con tanta velocidad que hicimos juicio, que cuando llegara a medio día estuviera en medio del lugar; y, en vista de este prodigio, no quise sacar nada de la Iglesia y se quedaron las cosas en el mismo estado en que estaban antes.
Pero el día 14, a horas del sol puesto, volvió a reventar el volcán en una de las montañas que bahía hecho distante del lugar y corría por encima del Mal País al mar; sin que ofendiese el lugar, y estuvo ardiendo hasta el día 30, que se apagó a media tarde, y, habiendo cesado de forma que ninguna de las montañas ni Mal País fumeaba, estábamos con el consuelo que no volvería a reventar más; pero por la gravedad de mis culpas, el día 4 del corriente (junio) a la oración volvió a reventar otro nuevo volcán cercano a la ermita de San Juan con cuatro bocas que arrojan mucho fuego y se ha cogido el lugar de Tingafa, en donde bahía más de cuarenta vecinos, y por ahí está corriendo basta la fecha de ésta, pero no ha perecido nadie ni se han perdido granos algunos, pero nos tememos de que acometa al lugar de Tinajo, así que corre en cuatro barrancos por ser mucho el fuego, como por tener corriente a dicho lugar. Los temblores son muchos y a no recurrir para no perder mérito en la resignación a considerar que son altísimas disposiciones y’ castigo bien merecido de nuestras culpas, no pudiera ya haber constancia para resistir tanto padecer. Cúmplase en todo la voluntad del Altísimo.
En vista de lo que llevo expresado, me ordenará V.s. lo que fuere servido, que con todo rendimiento le obedeceré gustoso, Nuestro Señor guarde a V.S. muchos años. Lanzarote y junio 7 de 1731. Iltmo. Sr. B. L. M. De V. S, Ilma. Su más súbdito Don Ambrosio Cayetano de Ayala y Navarro. (AS. leg. 96 ]