San Marcial
San Marcial , hebreo de nacimiento y afiliado a la tribu de Benjamín, nació en Rama, ciudad de palestina, siendo pariente cercano del protomártir san Esteban y pariente lejano de s. Pedro.
Sus padres le solían llevar a oír la predicación de Jesús y fue el joven que tenía por casualidad cinco panes y dos peces, que fueron convertidos por Jesús en alimento de cinco mil personas.
Discípulo ya de Cristo, fue testigo de su Ascensión hallándose con los Apóstoles el día de pentecostés. Recibió el bautismo de manos de s. Pedro, quien prendado de sus buenas cualidades, le llevó consigo a evangelizar Asia, le retuvo en Antioquía, le trajo de compañero a Roma, lo consagró Obispo y al frente de varios sacerdotes lo envió a Francia en calidad de misionero, escogiendo para su resi-dencia la ciudad de Limoges y conquistando en toda la región muchísimos infieles con el ardor de su palabra y con sus milagros portentosos.
Muerto no de los sacerdotes que trajo consigo, volvió a Roma, donde s. Pedro le regaló un Báculo Pastoral que, poniéndolo de regreso a Limoges en la tumba de dicho sacerdote, le devolvió la vida. Y según varios autores, en memoria de haber dado s. Pedro su Báculo a s. Marcial, no usan Báculo los Papas.
Colmado de merecimientos, falleció el día 30 de junio del año 73. Y como fueron tantas las ciudades por él convertidas, aún se le profesa en ellas una gran devoción, sobre todo en Limoges.
Y siendo san marcial tan venerado en Francia, no es extraño que D. Juan Béthencourt, el conquistador de nuestra isla con otros compañeros suyos tuvieran por él una devoción especial, y por este motivo le nombraron PATRONO DE LA ISLA DE LANZAROTE.