La Comunión
Para el cristianismo, la comunión o eucaristía es el sacramento que consiste en la transformación de un pedazo de pan (conocido como hostia) y del vino en el cuerpo y la sangre de Cristo para que estas sustancias sean recibidas por el creyente.
El sacerdote es la única persona habilitada para realizar este rito de transformación. La comunión supone la unidad del hombre con Dios y refleja el sacrificio del Hijo que entrega su carne para la salvación de la humanidad.
El pan utilizado durante la comunión es pan ácimo, hecho con trigo.
El vino debe ser puro, obtenido del fruto de la vid y sin ninguna alteración. Sólo se mezcla con un poco de agua.
Toda persona bautizada puede recibir la comunión. En el caso de los niños, es necesario que primero reciban catequesis sobre el sacramento. Por eso la primera comunión es un rito muy importante en la vida del católico, que incluye la formación correspondiente y que suele tomarse a los diez años de edad.
La Primera Comunión:
La Primera Comunión es uno de los siete sacramentos de la Iglesia Católica, y uno de los tres sacramentos de iniciación a la vida cristiana junto al bautismo y a la confirmación. A través de la primera comunión, luego de cierta preparación llamada catequesis, en la que se estudia el catecismo, es posible tomar por primera vez la hostia y el vino, que para quienes profesan esta religión, no simboliza, sino que es el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
De forma colectiva es, por regla general, como cualquier niño recibe su Primera Comunión, después lógicamente de que haya recibido el sacramento del bautizo y el de confesión. Una vez que ha tenido lugar esta ceremonia religiosa, lo celebrará en compañía de sus familiares y amigo